El confinamiento por la pandemia del Coronavirus ha comenzado a levantarse en algunos países, mientras otros idean medidas para mantener a la gente en casa.

Desde ponerlos a escribir planas, darles de latigazos, ponerlos a barrer o simplemente multarlos las autoridades han contrarrestado el tráfico social en los espacios públicos.

Ahora otra medida ha impregnado de mal olor a las personas, pues en Suecia cubren con estiércol las calles para evitar que pasen por ellas.

La ciudad de Lund festeja la  tradicional Noche de Walpurgis, que por la cuarentena han pedido posponer, aunque el gobierno anticipo la desobediencia de la ciudadanía.

«El estiércol a base de excrementos de pollo huele fatal. No es muy agradable sentarse con una cerveza y sentir semejante olor», aseveró Gustav Lundblad, encargado del departamento medioambiental.

Agregaron que el cubrir calle con estiércol además de mantener a la gente en el interior de sus domicilios ayuda a la fertilización de las áreas verdes.

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