El caso de los cuatro soldados que le quitaron cruelmente la vida a una perrita en Nariño consternó a todos los colombianos. El video grabado el pasado 8 de junio, en la base militar El Páramo, en la vereda Monopamba del municipio de Puerres, muestra cómo sin ningún pesar o remordimiento, un uniformado arroja a la cachorra ‘Luna’, desde una distancia de 12,4 metros y 2,35 metros de altura, mientras que otros tres compañeros se ríen del atroz hecho.

Como era de esperarse, la grabación se hizo rápidamente viral y el repudio de los internautas se hizo sentir. A raíz de ello, el ministro de Defensa, Carlos Holmes, se pronunció y dijo que había dado instrucciones para que el acto se investigara y tuviera las respectivas sanciones.

Finalmente, ayer la Fiscalía informó a través de su cuenta de Twitter que los cuatro soldados fueron judicializados por el delito de maltrato animal agravado, pero el castigo determinado por el juez del caso no convenció.

Los uniformados no aceptaron los cargos, pero el juez les dictó medida de aseguramiento no privativa de la libertad, lo cual los obliga a presentarse ante la Fiscalía nuevamente y observar buena conducta a nivel social, individual y familiar.

El director del Movimiento Ambientalista Colombiano, Camilo Prieto, fue uno de los primeros en reprochar el comunicado emitido por El Ejército Nacional y dijo que el soldado Johny Alexander Angulo Zamora, autor de dicho crimen, no puede portar armas y tiene rasgos de una persona con trastorno de personalidad antisocial.

Y su comentario, se unieron el de cientos de personas que continúan rechazando el accionar del soldado, pero además, el castigo que recibió.

«Así cómo lo hizo con un ser indefenso lo puede hacer con un ser humano»,  «Esto parece un chiste», «Cárcel es lo que merece, no confío en que este sea el tipo de personas que vele por nuestro bienestar», dicen algunos de los comentarios.

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