La historia del teléfono móvil
Fue inventado en el año 1854 por el inventor italiano Antonio Meucci. Lo construyó para conectar su oficina con su dormitorio y así poder hablar con su esposa, que estaba inmovilizada en cama por una enfermedad.
El dispositivo podía transmitir señales acústicas a distancia por medio de señales eléctricas. Era el precursor del teléfono actual, pero Meucci no tenía dinero para patentar el invento, de forma que su descubrimiento nunca fue reconocido.
Durante mucho tiempo, Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono, pero solo porque fue el primero en patentar el dispositivo en 1876.
La primera llamada sin cables tuvo lugar en 1973 gracias a Martin Cooper, ingeniero de la empresa de telecomunicaciones Motorola.
Durante los años siguientes, los avances tecnológicos permitieron desarrollar los primeros modelos de teléfono móvil, que permitían comunicarse desde cualquier lugar. En ese momento, la llamada podía tener una duración máxima de 30 minutos.
A partir de ahí, en la década de 1990 ya había infinidad de marcas que comercializaban teléfonos móviles. Algunos eran más compactos e incluso tenían una tapa para protegerlos de los golpes.
La siguiente gran incorporación de los dispositivos móviles fue la pantalla a color. Pero no fue hasta este siglo que apareció el primer teléfono con cámara incorporada que permitía hacer fotografías.
La inclusión del contenido multimedia ya es la otra revolución que puso las cosas como son en 2020, la realidad contemporánea.