León es rescatado a punto de morir
“Este es Jon, un león famélico que acaba de llegar a nuestras instalaciones. El 5 de junio nos lo trajo la asociación One Voice después de que las autoridades lo hubieran incautado en un circo de Normandía”, explican los responsables de la refugio de animales salvajes Tonga.
Las medidas de confinamiento y el cierre de espacios públicos decretados por la COVID-19 han causado estragos en todo tipo de negocio, y los circos son unos de ellos. Algunos propietarios, ahogados por la difícil situación financiera y sin expectativas de poder volver a reabrir sus negocios, no ven otra salida que echar el cierre, abandonando a su suerte a los animales que protagonizan sus espectáculos circenses.
“El pelaje está muy dañado, con muchas zonas calvas. Está magullado, con muchas lesiones en el cuerpo y marcas tanto antiguas como recientes, en particular la cola, que presenta varias heridas abiertas, algunas de ellas muy profundas. El estado de su dentadura es muy precario, tiene varias piezas dañadas y no tiene colmillos ni garras» apuntan los salvadores del animal. Además, «recordamos que la desungulación está prohibido por ley”, explican desde la entidad conservacionista.
A pesar de su lamentable estado de salud, los responsables Tonga aseguran que Jon tiene un carácter muy dócil, no se muestra agresivo e incluso busca el contacto físico con sus cuidadores, que afirman que su objetivo prioritario es que el ejemplar recupere masa muscular y fuerza. «Nuestro principal objetivo es curarle las heridas, darle la alimentación adecuada y procurarle unas buenas condiciones de vida», aseguran.
La entidad hace asimismo un llamamiento a los circos que no tengan medios suficientes para satisfacer las necesidades de sus animales que contacten con ellos para buscar a estas criaturas un refugio digno.»No es humano dejar morir a los animales; El mundo está cambiando, ya no es tiempo para su explotación, sino para su protección. Dales la jubilación que se merecen».
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