Indiana, Estados Unidos.-  Christina Woods era la mejor amiga de su esposa Brooke, Daniel Lynn no tuvo reparo en tener una aventura romántica, ni asesinarla años después.  La mujer pasaba por un momento difícil, pues su esposo, Troy, comenzó con los trámites del divorcio tras enterarse de que ella lo había engañado con el sujeto.

De acuerdo con el marido de la mujer, las cosas parecían arreglarse entre ambos y se abrió la posibilidad de que se reconciliaran después de que pasara aproximadamente un año; sin embargo, Christina no volvió a su casa en Indiana, Estados Unidos.

Ese mismo día, el padre de la madre de tres hijos recibió un mensaje de ella en el que le pedía ayuda y que necesitaba que la recogiera. Minutos después, recibió uno más que decía que ya se encontraba bien y no había de qué preocuparse. No se volvió a ver con vida a la chica.

El primer sospechoso de la policía fue el esposo, pues se enteraron del conflicto entre los dos. Pasaron algunas semanas hasta que las autoridades descubrieron que la mujer había hecho un par de retiros de algunos bancos.

La hipótesis de la justicia cambió para indicar que la mujer se había fugado con la pareja de su amiga, a la cual conocía desde que ambas eran adolescentes.

No obstante, la insistencia de sus familiares, quienes aseguraban que Christina nunca abandonaría a sus hijos, provocó que las autoridades siguieran con las investigaciones.

Los registros del teléfono de la ahora fallecida llevaron a las autoridades a una casa ubicada en Minnesota, donde viven los parientes de Lynn, el amante.

Cuando se le preguntó por la joven de 28 años de edad, el hombre dijo no saber nada de ella, aunque aceptó que estuvo en la propiedad para hacerle un favor a uno de sus familiares.

El 2 de julio de 2018, las autoridades regresaron con una orden es inspección. En el lugar no estaba el sospechoso, pero encontraron un horno en el que había botones de metal de un pantalón y un collar que pertenecían a Christina.

Cerca de ahí encontraron una tumba poco profunda, donde encontraron el cuerpo de la desaparecida.

La justicia encontró a Lynn en un campamento en Michigan, donde su esposa Brooke, examiga de Christina lo estaba escondiendo.

La mujer había comprado víveres para los dos y le proporcionaba todo lo que necesitaba para que no tuviera que salir y enfrentarse a la justicia.

Ambos fueron llevados a prisión. A finales del 2019 el hombre se declaró culpable del asesinato por estrangulamiento y de tratar de ocultar el cadáver; su esposa fue sentenciada a un año de cárcel por ocultar a un fugitivo.

Lynn fue recientemente sometido a una pena de 16 años y medio tras las rejas por haber cometido el crimen.

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