Illinois, Estados Unidos.-  Cuando Lizzie Quah, una profesora de ballet de 23 años, comenzó a sufrir un dolor parecido al de «los peores calambres menstruales», pensó que tenía un cálculo renal. Sin embargo, al llegar al hospital, descubrió que estaba embarazada y cuatro horas después dio a luz a una bebé.

«No me pusieron anestesia epidural porque era demasiado tarde para ayudarme. Tenía un dolor insoportable, no tenía idea de si iba a tener un niño o niña, un bebé a término o prematuro, sano o enfermo (…)», describió las sensaciones que tuvo aquel 23 de junio del año pasado.

La mujer había desarrollado un cálculo renal anteriormente y llegó al hospital pensando que se trataba de eso. Los médicos decidieron administrarle unos calmantes para aliviar el dolor, pero antes le tuvieron que realizar un examen físico para asegurarse de que no estaba embarazada.

«Resultó que estaba de parto activo y tuve un bebé esa noche», contó la joven en un video.

Pese a todas las complicaciones y sufrimientos, Quah dio luz a una niña sana, al que llamó Winnie June.

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