De acuerdo con el diario inglés The Mirror, una mujer de 25 años, llamada Chen, que trabaja como secretaria en la ciudad de Kaohsiung, al sur de Taiwan, expuso su vista al brillo máximo de la pantalla de su celular todas las noches con las luces apagadas de su cuarto por dos años, un pésimo hábito que le ocasionó que literalmente quemara su cornea.

El trauma ocular fue tan grave, que los médicos dijeron que habían “más de 500 agujeros” en la córnea y que parecía que sus ojos hubieran sido «horneados en un microondas».

A pesar de llevaba semanas con dolor en los ojos, la mujer acudió al hospital cuando de plano ya no podía ver con el ojo izquierdo. Los especialistas que la evaluaron descubrieron que el uso del teléfono celular por la noche, y con el brillo máximo, había provocado la ruptura de los vasos sanguíneos. Su cornea izquierda estaba congestionada de sangre.

La doctora Qiu Wangjian, del Hospital Popular de Songgang, dijo: «La paciente se quedó despierta toda la noche jugando con su teléfono móvil. A la mañana siguiente, tan pronto como se despertó, levantó su teléfono y comenzó a usarlo nuevamente”

«Aproximadamente cinco minutos después, la paciente descubrió que no podía ver con su ojo izquierdo. No podía ver nada. Llevaba al menos dos años con esa mala costumbre. Las imágenes tomadas de su ojo mostraron grandes manchas de sangre en su retina, las cuales están bloqueando su visión. Le diagnosticamos retinopatía de valsalva».

Chen recibió tratamiento con esteroides para tratar de solucionar el problema que, según los informes, mostró signos de mejoría después de tres días.