El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ha sido condenado a pagar una compensación de 37 millones de libras esterlinas (aproximadamente 40,9 millones de euros) a los padres de un niño nacido en 2013 que sufrió un daño cerebral debido a una mala praxis médica durante el parto.

La Fundación del NHS ‘Guy’s and St.Thomas’ reconoció la responsabilidad de uno de los principales hospitales del país en un caso que podría tratarse de la mayor reclamación por negligencia de maternidad en la historia del NHS.

Durante el parto, el personal de la sala de maternidad no notó que el feto venía en posición podálica (de nalgas) y cuando su ritmo cardíaco comenzó a disminuir, tuvieron que practicar una cesárea de emergencia. Sin embargo, debido a la demora en el parto, el bebé estuvo sin oxígeno durante demasiado tiempo y sufrió daños cerebrales permanentes, discapacidades complejas que requieren cuidados especiales durante las 24 horas del día.

«Lamentamos mucho que la atención brindada a la familia en el momento del nacimiento del bebé no haya cumplido con los altos estándares que nos esforzamos por cumplir cuando trabajamos con todos nuestros pacientes. También reconocemos que las consecuencias de este nacimiento persistirán para toda la familia a lo largo de toda la vida y lo lamentamos sinceramente», expresó un portavoz de la Fundación.

Aunque la fundación admitió la responsabilidad desde el primer momento, el acuerdo legal no se logró hasta noviembre del año pasado en el Tribunal Superior de Justicia, que esperó a que el niño creciera lo suficiente como para poder evaluar sus necesidades a largo plazo.

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