Nunca es bueno automedicarse cuando tenemos alguna molestia, puede resultar muchísimo peor. Lo recomendable siempre es acudir al médico a checarnos. Esta (horrible) historia es una clara muestra de ello.

En Kentucky (Estados Unidos) un hombre tuvo que acudir al oftalmólogo por lo que pensaba era una simple irritación en el ojo. Sin embargo, el motivo de su dolencia era una garrapata incrustada en el globo ocular. Sí, en serio.

Chris Prater, un trabajador de una compañía eléctrica, contó que comenzó con la molestia después de haber realizado una labor que involucraba el retiro de un árbol de las líneas del tendido eléctrico.

En un principio, el hombre no quiso acudir al hospital creyendo que la irritación desaparecería en los días siguientes. Prater trató de vaciar el objeto con alguna solución, pero no funcionó. Se volvió tan incómodo para él que fue a ver a su optometrista,quien lo examinó y encontró al bicho de ocho patas dentro de su ojo.

Advertencia: las siguientes imágenes pueden herir la sensibilidad de algunas personas

Después de inspeccionar el ojo de Prater, el médico descubrió que la pequeña mancha que quedó atrapada era en realidad una pequeña garrapata de venado. Al principio, el militar pensó que era solo una broma, pero inmediatamente se dio cuenta de lo peligrosa que podría haber sido la situación.

«Él dijo: ‘Es una marca’. Fue entonces cuando me asusté un poco «, dijo Prater a periodistas locales. «Me incliné, lo miré y le pregunté si estaba bromeando y me dijo: ‘No, tienes una garrapata'», contó Prater para la cadena WYMT.

El especialista anestesió el ojo de Prater y utilizando unas pinzas logró quitar el insecto.

«Una vez que la agarró y la quitó, la garrapata hizo un sonido como un pequeño estallido cuando salió de mi ojo», describió el hombre.

A Prater le recetaron antibióticos y gotas de esteroides para el ojo. El hombre también señaló que antes de empezar su jornada de trabajo se aplica repelente.

«Pero no puedes rociarte los ojos», bromeó.