Los únicos mamíferos que pueden volar son los murciélagos y ellos representan casi el 20 por ciento de las especies de mamíferos en la tierra. Son un total en aproximado de mil 200 especies diferentes de murciélagos, una de las más diversas.

Van desde el pequeño murciélago nariz de cerdo o Kitti de 4 centímetros de largo con algo más de dos gramos de peso y también está el murciélago diadema de Filipinas que mide hasta un metro y medio y pesa casi un kilo y medio.

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El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) declaró el 2011 como el Año del Murciélago, con la intención de mejorar la información pública sobre estas especies y concienciar sobre la importancia de su conservación.

Los brazos y patas de los murciélagos tienen básicamente los mismos tipos de huesos que los humanos. La diferencia principal es se encuentra en la longitud de los huesos de las ‘manos’ de los murciélagos, que además están unidos y cubiertos por una membrana denominada patagio. El nombre de quirópteros significa “alas en las manos”.

Los murciélagos pueden emitir ultrasonidos de alta frecuencia que no se pueden oír por el ser humano. Así se orientan durante el vuelo y pueden cazar, los que lo hacen pues la mayoría comen frutas y semillas.

El «Murciélago Vampiro» es el hematófago (desmodus rotundus), este habita en América del Sur y se alimenta de sangre de ganado bovino, equino y porcino, los atacan mientras duermen.

Los murciélagos aportan una gran riqueza para la fertilización del suelo gracias a sus excrementos, base de uno de los tipos de guano de mayor calidad. Así como una significativa ayuda a las abejas con la polinización.