Brasil.- Después de no respetar el protocolo de salud ante la contingencia de Coronavirus, un sacerdote se niega a que le clausuren su iglesia.

Los hechos se registraron en la iglesia evangélica ‘Padre, Hijo y Espíritu Santo’, en Campo Grande, Brasil, cuando se realizaba una misa, la cual, los feligreses no respetaron el toque de queda, así como la orientación para el uso de cubrebocas y distancia social.

Ante la situación, equipos de vigilancia sanitaria se trasladaron al lugar y fueron recibidos por el pastor responsable con una barra de hierro en la mano.

«Permanecerá abierto, no obedeceré el decreto del alcalde, obedeceré el decreto de Dios… Si lo cierro. Si cierro la puerta, me quitaré las gafas «, amenazó el fundador de la iglesia.

A pesar de las amenazas, la iglesia, que también es la residencia del pastor, fue sellada durante tres días.