¿Cuántas veces no hemos realizado promesas a otras personas? ¿Cuántas veces te has prometido algo a ti mismo?

Una promesa es una manifestación de la voluntad de hacer algo, una suerte de juramento donde se adquiere un compromiso de palabra que se espera sea más fuerte que un contrato firmado.

Nuestra vida debería contar con promesas personales, porque en definitiva el primer y principal compromiso que deberíamos tener es con nosotros mismos, poder ser nuestros mejores amigos y aliados.

Bendigo cada nuevo día que me ha sido obsequiado y me siento profundamente agradecido; entiendo que un día mas no es rutina, sino un verdadero regalo, un milagro, y honro este privilegio agradeciendo cada amanecer.

Me amaré con honestidad, con todo mi combo completo, con mi luz y con mi oscuridad.

Seré honesto en mis afectos, no seré hipócrita permaneciendo al lado de seres que no me suman, con ellos suelto y dejo ir.

Darme por lo menos un abrazo al día y muchas palabras de aliento porque confío en mis capacidades y creatividad aún en los momentos más difíciles.

Nunca mendigar amor o afecto, y, siempre valorar cuando me es dado, retribuirlo desde el corazón.

No estableceré limitaciones en mí como la edad, por ejemplo, declaro que el mejor momento siempre será el presente y desde ese presente todo es posible si así lo creo.

Me concentraré en lo que amo y en lo que es importante para mí, al fin y al cabo, es mi vida y la persona responsable de vivirla soy yo. Lloraré cuando mi alma me lo pida, pero con la certeza que todo pasa, que son aprendizajes y que Dios me ama.

Tendré presente que una relación sana, te genera paz y bienestar porque está anclada en la base de la confianza y desde allí no hay incertidumbre, hay serenidad.

No fingiré ser lo que no soy o hacer lo que no deseo para agradar a los demás, mi principal compromiso es conmigo.

Me levantaré después de cada caída y me comprometo a ver cada revés como una oportunidad para hacerlo otra vez y que sea mejor… aprenderé de mis errores.

Seré agradecido con lo que tengo, mientras trabajo por lo que quiero, estaré agradecido en lugar de quejarme.