Las malas costumbres
La mayoría de nosotros vive pensando que esto será eterno. Que somos inmortales y que las desgracias sólo le pasan al de al lado.
Y es que… tenemos la mala costumbre de dejar para luego, de reír poco y de querer hacerlo mañana. Tenemos la mala costumbre de echar de menos, en lugar de hacerlo de más. La mala costumbre de usar los «luego» y no los «ahora». Luego te llamo, luego te escribo, luego te contesto, luego nos vemos. Y obviamente nunca llamo, nunca escribió, nunca contesto y nunca fue visto.
Tenemos la mala costumbre de querer tarde. De valorar tarde. Mantenemos en nuestra vida “amigos” porque si y llenamos nuestras agendas de compromisos a mis que realmente no queremos ir. Tenemos la mala costumbre de esperar a un cáncer, a una mala noticia o a una llamada de que alguien querido se nos fue, para tomar las riendas de nuestras vidas y empezar a apreciar cada mañana que te levantas de la cama.
Tenemos la mala costumbre de olvidar que los pequeños detalles importan, y que cada lunes, puede ser el mejor día de la semana. Tenemos la mala costumbre de trabajar demasiado, de cargar con una mochila llena de cosas innecesarias y de comer más de lo que nuestro cuerpo necesita. Tenemos la mala costumbre de bailar poco, fumar mucho y respirar a medias. Tenemos la mala costumbre de empezar a hacer ejercicio la semana que viene, de cuidarnos cuando ya es demasiado tarde y tomar vitaminas cuando ya estamos enfermos. Watsapeamos mucho, dormimos demasiado y queremos poco. Tenemos la mala costumbre de quejarnos por todo, de culpar siempre al otro. Decimos muy pocos te quiero y hacerlo por primera vez es cómo “no mejor no, no vaya a ser que se asuste”.
¿Asustarse de qué? ¿Cómo una persona puede asustarse porque alguien la quiera?…
Asústate el día que te vayas a dormir sin decirle a esa persona lo importante que es para ti…
Asústate cuando no le des besos a tu mamá o a tu papá…
Asústate cuando seas incapaz de abrazar a alguien y sentir esa sensación tan bonita de los abrazos…
Asústate cuando las defensas de tu cuerpo se hayan vuelto inmunes al dolor ajeno…
Asústate Cuando no encuentres algún proyecto que te haga sentir emoción…
Asústate cuando no puedas encontrar a una persona que te haga sentir mariposas en la panza y ganas de verla a diario…
Asústate de verdad, porque créeme. Estás muerto en vida…