Tu grandeza a través de la humildad
Los grandes líderes de la historia en todos los campos se han caracterizado por su gran humildad, quienes a pesar de la altura que lograron en la escala social, no los atacó la fiebre del poder que es la soberbia, el pecado más común que cometen con mucha frecuencia los que logran el éxito, quienes están seguros de que la humildad es lo único que les falta para ser perfectos, que se sienten superiores a todo el mundo y nadie está a su altura y nadie los merece, «atrás de un líder lleno de soberbia, solamente lo sigue el resentimiento de sus seguidores».
¿Quién es más importante, el líder o los seguidores?
Este planteamiento es similar a ¿Qué fue primero, la gallina o el huevo?
Por supuesto que es un binomio inseparable, imagínese que un líder proclame «aquí hay un líder sin seguidores»; o a la inversa, un grupo humano sin líder sería el equivalente a jugar fútbol sin portería, sin dirección alguna.
El líder señala la meta, el objetivo a lograr y los seguidores deben realizar la tarea para lograrlo, así encontramos grandes organizaciones en que día a día deben todos sus integrantes realizar el sueño de su líder; por tanto, el liderazgo de Excelencia está consciente de que el poder de realización está en su gente.
El líder debe identificarse e inspirar la confianza de cada seguidor y a través de su humildad lograr este acercamiento para lograr el binomio fundamental del éxito: Líder – seguidor.