Un día es una vida en miniatura
Un día es una nueva oportunidad de vida. Un día es una nueva oportunidad para levantarte y ser feliz, aunque sea un ensayo y no se transforme jamás en una obra completa. Un día puede resumir en sus largas o fugaces horas la esencia de ti mismo y tu sueño hecho realidad.
Un día nuevo es otra oportunidad para hacer todo aquello que lamentarías no haber hecho. Todas esas cosas que en el presente parecen imposibles y que vistas con el tiempo solo se responden con un «Qué tonto fui…» o con un «En qué estaba pensando«.
Un nuevo día es la oportunidad para no dar tiempo al arrepentimiento sobre lo qué no hiciste ayer. Te brinda una nueva posibilidad para quebrantar las limitaciones de la pereza, la tristeza o el malestar. Un nuevo día es la oportunidad en miniatura para hacer de tu vida algo valioso.
Cada pieza importante es un motor, de la misma forma que los días lo son en el cómputo final de la vida. No te lamentes de haber pasado un día malo, porque en ese lamento pierdes la oportunidad de crear otro día que sí valga la pena.
No cuentes los días de tu vida, haz que los días cuenten
Seguramente te habrás visto una infinidad de veces contando los días del calendario hasta llegar al «día especial». El día que cobraré mi sueldo, el día que podré terminar este trabajo, el día en el que por fin podré ver a alguien amado. Pensamos hasta en ese tan deseado día en el que todo se arregle, el día en el que podré ser feliz. En el transcurso de esos días, se va perdiendo el tiempo y la vida.
No olvides cuando despiertes que cada día es una vida en miniatura, una nueva oportunidad para hacer tu sueño realidad. Aunque solo sea una parte de él. Los sueños están para motivarnos en el día a día, no para olvidarnos de vivirlos en nuestro presente.