El ruido de la ciudad y el exceso de trabajo son algunos de los factores que causan fatiga cerebral y provocan estrés y falta de concentración. El contacto con la naturaleza ha demostrado tener grandes beneficios para la salud y el ánimo de las personas. Ya sea una caminata entre los árboles o simplemente tirarse a leer o descansar, nos permite respirar aire puro y nos hace sentir mejor.
Unión natural
Muchas veces nos enfrontamos a situaciones en las que por alguna razón quedamos atrapados en un nudo energético (el conocido nudo en el estómago) y nuestra mente queda perdida en una nebulosa de pensamientos que finalmente puede sumirnos en un estado de agotamiento y incluso depresión. Cambiar de aires puede dar un vuelco a la situación. Basta un paseo por la naturaleza de una orilla y notaremos pronto sus efectos beneficiosos.
Algunos psicólogos argumentan que este cambio espacial debido al paseo induce a un cambio de perspectiva, puesto que nuestro cerebro, debe concentrarse en un nuevo espacio y dejar aparcado el bucle en el que se encontraba. Aunque este efecto beneficioso de los árboles ha sido sobretodo comprobado en ambientes forestales maduro, también se aprecia en bosquecillos periurbanos, parques y jardines e incluso calles arboladas, pero en menor potencia.
Nuestras células se nutren con la respiración y algunos autores creen que nuestras emociones nos van dejando cristalizaciones energéticas en nuestro cuerpo y que la respiración consciente puede contribuir a disolverlas. El poder de la respiración y la conexión de la naturaleza en el que el árbol es un metamodelo para nuestra existencia es una realidad que no podemos olvidar.
Beneficios físicos
La actividad física de caminar es un reconstituyente pues a diferencia de otras actividades más deportivas moviliza sin desgastar. Caminar es también una forma de gimnasia mental que nos obliga a situarnos en espacios no cotidianos y por tanto de alguna manera siempre tiene implícito una componente de sorpresa. Si el paseo es en solitario también es una oportunidad para la introspección, para sentirse uno mismo. Finalmente, el paseo puede ser un intervalo entre estados de reposo (simplemente, porque uno se pasa la jornada laboral sentado).
Las personas que escogen ir al trabajo caminando y su trayecto es de entre 30 o 40 min, aunque tienen que salir antes de casa, manifiestan que este ejercicio tanto de ida como de vuelta les resulta especialmente agradable porque les permite tener un espacio propio, sin embargo, es la movilización muscular la que pone en marcha una cadena de reacciones metabólicas beneficiosas.
Otro beneficio implícito en el caminar es la respiración
Más allá de la cuestión más sutil, como el efecto nutritivo del aire puro como hemos comentado argumentan algunos terapeutas, también hay que considerar el ritmo de ventilación pulmonar que impone un paseo tranquilo el cual provoca que nuestros niveles de sensibilidad aumenten en tales circunstancias, de ahí el efecto positivo psicológico que se experimenta.
Beneficios sociales de pasear en compañía
Las salidas en compañía nutren las emociones, nos permiten interactuar de una forma agradable con otras personas y en un entorno que siempre aporta anécdotas, desde la observación de la naturaleza al descubrimiento de trazas de nuestra historia cultural abandonados o interesantes para visitar.
A veces salir al entorno periurbano de una metrópolis nos puede dar pereza, pero sus beneficios son tan patentes que es una opción que deberíamos considerar más a menudo e incorporar en nuestro estilo de vida.