Según medicina tradicional el eucalipto posee propiedades medicinales que ayudarán a nuestra salud de forma natural. Estos son algunos de los usos:

Resfriados y afecciones respiratorias: Sin duda, este es el más común de los remedios. El eucalipto se ha utilizado durante años para aliviar los síntomas del resfriado pudiendo aplicarse mediante infusiones, pastillas o vapores (para las afecciones respiratorias). Para realizar estos vahos solo necesitarás poner en un recipiente agua hirviendo y unas hojas de eucalipto. Después, debes poner la cabeza encima, cubrir con una toalla e inhalar el vapor.

Por otro lado, también puedes ingerir el eucalipto a través de una infusión o haciendo gárgaras con el objetivo de eliminar por completo la mucosidad. ¿Cómo hacerlo? Pon una olla a hervir a fuego lento con 4 horas de eucalipto por taza de agua. Deja que hierva durante 10 minutos y después, espera a que se enfríe para tomar una o dos tazas. Además, también puedes aplicarlo en el mecho ya que el eucalipto es un perfecto descongestionante y expectorante.

Propiedades antibacterianas: Otra de las propiedades más comunes del eucalipto como planta medicinal es ayudar a eliminar las bacterias. Las infusiones y la miel de eucalipto, además de ayudarte a controlar los niveles de azúcar, pueden paralizar la actividad de bacterias y hongos de tu organismo. En este sentido, hace muchos años, la planta del eucalipto se utilizaba para limpiar y desinfectar el instrumental médico, prueba de que ya se conocía esta propiedad.

Como analgésico: Si tienes dolores articulares, musculares o hematomas el eucalipto posee propiedades analgésicas naturales para ayudar a aliviar el dolor de forma natural. A través de pomadas te podrá ayudar con la gota o el reuma, gracias a su acción antiinflamatoria.

Para la higiene bucal: Como hemos mencionado antes, gracias a sus propiedades antibacterianas el eucalipto es muy utilizado para la higiene de la boca en enjuagues, pastas de dientes o diferentes preparaciones. Así, nos ayudará a prevenir y luchar contra las caries, desinfectar heridas, blanquear, fortalecer las encías y ayudar a que no se inflamen en caso de que sea así.