El vitiligo es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de manchas blancas (sin coloración) de menor o mayor extensión y en diferentes partes del cuerpo, como consecuencia de la destrucción de melanocitos, que son las células epiteliales responsables de dar color a la piel, mediante la producción de melanina.
También puede afectar los ojos y las membranas mucosas (interior de la nariz y la boca). Suele desarrollarse antes de cumplir los 40 años, indistintamente de cuál sea el sexo o la raza.
No se conocen cuáles son las causas del vitiligo, aunque se sospecha que puede ser una enfermedad autoinmune condicionada por algún tipo de alteración genética. Asimismo, existe un componente hereditario, pues la existencia de antecedentes familiares (los dos padres) de esta enfermedad se relaciona con una mayor probabilidad de padecerla.
Las manchas blancas o decoloradas de la piel que caracterizan el vitiligo son más frecuentes en las zonas del cuerpo que están habitualmente expuestas al sol: manos, brazos, pies, cara y labios. No obstante, también pueden aparecer en otras zonas, como el ombligo, las axilas, los genitales, en el área que rodea el ano, los ojos o la ingle.