Seguramente te ha pasado que al ver una serie, película o caricatura hay algún personaje que se te hace atractivo, que si fuera real, te ves en un relación en él/ella/elle, bueno, esto podría llevarte a ser fictosexual.

Ser fictosexual es amar a personajes de ficción, no solo un gusto, sino realmente percibir sentimientos de cariño, anhelo, amor y buscar la manera de estar juntos.

Podría parecer imposible, porque solo existe en la pantalla o en el papel, pero realmente puedes estar junto a tu personaje favorito y todo por la tendencia que comenzó Akihiko Kondo.

Kondo se casó en 2018 con Hastune Miku, una cantante virtual de un anime muy popular en Japón, esto gracias a una Gatebox, una máquina de mil 300 dólares que permite a los propietarios interactuar con los personajes a través de hologramas.

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El sujeto mantuvo una relación con Miku hasta 2021, que las actualizaciones de su dispositivo quedaron obsoletas, por lo que ahora espera haya una alternativa para seguir con ella.

A raíz de esto, surgieron muchos más fictosexuales orgullosos de exponer su caso como Kondo, cabe resaltar que la mayoría también son japoneses.

Entre ellos estaba Yasuaki Watanabe, quien abrió una pequeña empresa para registrar matrimonios ficticios e incluyó el suyo con Hibiki Tachibana, un personaje del anime Symphogear.

Otro caso muy peculiar es el de Kina Horikawa, una mujer de 23 años que comparte su vida con un diminuto retrato acrílico de Kunihiro Horikawa, un personaje del juego móvil Touken Ranbu.