Cuando se trata de practicar sexo oral, a muchos chicos se les come la lengua el gato. Muchos hombres no tienen la menor idea de qué le gusta que le hagan a su pareja, lo cual podría explicar por qué muchos ni siquiera lo intentan.
Teniendo en cuenta que las mujeres necesita algún tipo de estimulación en el clítoris para llegar al orgasmo (y el arte de la lengua ayuda mucho en esta empresa), el objetivo que hay que marcarse es bastante evidente: se impone reducir la brecha de sexo oral a la mayor brevedad posible. Para empezar, ambos deben tener claro (sí, ambos) que esto no sólo consiste en dar, sino también en recibir. Evitarán malentendidos y disfrutarán más si cada uno pide al otro lo que le apetece y le da pautas precisas.
Si seguir instrucciones no es lo suyo, utiliza los muslos o las caderas para desplazar tu pelvis un poco más hacia la derecha o hacia la izquierda, acercándote o alejándote de su cabeza, hasta que esté exactamente donde tú quieres. O pon tu mano sobre la suya y ve guiándole.
TÉCNICAS EFECTIVAS
Una vez sentadas las bases, toca entrar en acción. Seguro que tú sabes cómo te gusta que te lo hagan, pero si tienes dudas o deseas probar cosas nuevas, toma nota de cuáles son las técnicas más placenteras. Advertencia: que no vaya directo al clítoris (la joya de la corona es mejor dejarla para el final, si es que consigues aguantar).
De arriba hacia abajo.
Esos son los movimientos que tu pareja tendrá que hacer con su lengua para ir calentando motores. Deberá ponerla plana y estimular tu vulva con delicados roces. Después, que invierta la dirección (de abajo a arriba), para trazar un camino con la punta por los labios menores.
En diagonal.
La idea es que recorra de un lado a otro toda la zona, empezando por la parte inferior del pubis y terminando en la entrada de la vagina (si quiere pasar a saludar e imitar una suave penetración, su lengua será más que bienvenida).
En círculo.
Dile que realice una espiral, primero por los labios mayores y después por los menores. Importante: que vaya aumentando poco a poco el ritmo y la intensidad.
Presión sobre un punto.
¿Adivinas cuál? Sí, ha llegado el momento de conquistar el Santo Grial o, lo que es lo mismo, tu clítoris. Y lo hará si insiste con la punta de la lengua a toda velocidad. Saldrá todo a pedir de boca.
Elige una postura excitante
Tan importante como la técnica es elegir bien una «posición».