La cosa está así: todos tenemos fantasías sexuales secretas. Puede que no pongamos en práctica todas (después de todo, eso es lo que separa la fantasía de la realidad), pero algunas si se pueden hacer realidad.

Hablar de tus fantasías sexuales con tu pareja es saludable, incluso si no necesariamente coinciden en alguna o quieren ponerlas en práctica. Lo que puede parecer incómodo al principio puede llevar a una experimentación explosiva: solo debes iniciar la conversación.

Es por eso que aquí te decimos lo que a ella le gusta que hagas en la cama y talvez no te lo ha dicho ¡Presta atención!

Hablar sucio

El cerebro es el órgano sexual más poderoso, y hablar sucio es una manera creativa de estimularlo.

Las conversaciones sucias no son solo liberadoras, sino que también son una excelente forma de ampliar la conversación sobre el consentimiento. Decir lo que se siente bien para ti, mientras está ocurriendo te conducirá a la comodidad de pedir más. «Tu mano se siente genial allí», o «Me encanta cómo te ves en esa posición» puede ser todo lo que necesitas para poner todo en marcha. Presta atención a cómo reacciona tu pareja y gradualmente sube el tono de las cosas.

Ir a un club de striptease

Muchas mujeres están interesadas en ir a un club de striptease con su pareja. No es porque les gusten las bebidas del lugar: los clubes de strippers tienen una energía sexual única e intensa, por lo que si usted y su pareja están dispuestos a hacerlo, ir juntos puede ser una noche espectacular.

Para muchas parejas, ir a un club de striptease es como una forma segura de explorar un trío sin complicaciones. El tabú de ver a tu pareja o hacer que te miren, el hecho de que te excite una extraña puede ser un juego previo genial.

Usar un juguete sexual a control remoto

Muchas mujeres fantasean con el uso de juguetes sexuales controlados a distancia, mientras que otras quieren que sus parejas operen juguetes sexuales controlados a distancia en público. La emoción de ayudarla a salir sin que nadie lo sepa les da a ambos un pequeño y sucio secreto para compartir. Darle a la pareja control sobre tu placer es increíblemente estimulante.

Los productos como el JIVE de We-Vibe te permiten controlar un vibrador portátil a través de una aplicación. Ayudarla a tener un orgasmo sin que nadie más lo sepa les da a ambos un pequeño y sucio secreto para compartir. El riesgo de que te atrapen haciendo algo sexual en tu entorno cotidiano es una manera de excitarla clásica, y se ve acrecentada por la excitación que produce dejar el destino sexual en manos de alguien más. Solo ten cuidado de no usarlo mientras está en una conferencia telefónica.

Tener los ojos vendados

Las vendas en los ojos durante las relaciones sexuales son un hit. Además de la sensualidad de la confianza y el dominio, tener los ojos vendados amplifica todo lo demás. Toqueteos y besos repentinos e inesperados, crean oleadas de placer que pueden acelerar la excitación. Y la anticipación de lo que vendrá después puede ser suficiente para llevarte al límite. Solo asegúrate de consultar con ella y de que se sienta cómoda en todo momento con lo que estás haciendo.