Antiguamente se creía que los juegos que precedían al acto sexual eran algo que el hombre debía hacer con el fin de preparar a su pareja para mantener relaciones sexuales. Hoy en día, sin embargo, estos juegos se han convertido en una parte vital al hacer el amor.
Si se lo hace con cuidado y dedicación, el juego previo proporcionará un gran placer a la pareja, haciendo de la experiencia amorosa algo mucho más disfrutable.
En lo que se denomina juego sexual se pueden incluir una gran variedad de actividades, como la preparación de un ambiente romántico, abrazos, caricias, masajes eróticos, besos y también la práctica de sexo oral.
La mayoría de las mujeres necesitan una prolongada estimulación para alcanzar una buena lubricación vaginal antes de la penetración. Los juegos previos les bridan precisamente eso.
Olvídate del mundo y sé tú mismo. Es vital tener siempre buenos modales al tocar al otro, masajeando sus zonas erógenas con cuidado y dulzura, tratando de provocar la máxima excitación posible.
Utiliza tu lengua y tus labios muy amablemente para explorar su cuerpo. Y cuando recibas tú los masajes, no olvides darle a tu pareja algunas indicaciones, para que pueda entender qué es lo que más te gusta.
No olvides masajear su punto G (recuerda que, además del punto G femenino, también existe un punto G masculino). Demuéstrale cómo masturbarte, para que así sepa entenderte y también para estimularlo visualmente mientras te observa cómo te masturbas.