El herpes es un virus que provoca llagas, cuando es bucal se presentan los conocidos “fuegos” en la comisura de los labios, cuando es genital la incomodidad es en la entrepierna, pero ¿son lo mismo?

Si y no, son lo mismo en cuestión de salud, ya que es el mismo virus que está presente en el cuerpo y debe tratarse, pero su afección no es igual por su ubicación.

El herpes es una infección muy común que se queda en tu cuerpo de por vida, el tratamiento solo logra que las llagas desaparezcan y no se contagia a terceras personas, pero el virus sigue en el organismo.

Es causado por dos virus diferentes, pero que se parecen: el herpes simple tipo 1 (VHS-1) y el herpes simple tipo 2 (VHS-2).  Ambos pueden hacer que aparezcan llagas en y alrededor de tu vulva, vagina, cuello uterino, ano, pene, escroto, nalgas, la cara interna de los muslos, tus labios, boca, garganta y, muy pocas veces, en los ojos.

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El herpes bucal se contagia al tener contacto con las llagas o ampollas en otra persona, ya sea por medio de besos o al tener sexo oral.

El herpes genital también es contrae al contacto con zonas infectadas, como tener relaciones sin protección, aunque si la pareja sexual tiene ampollas cerca de la zona genital (piernas, glúteos), es casi imposible que el condón pueda prevenir el contacto.

El virus puede vivir en tu cuerpo durante años sin que tengas síntomas. Por lo que es muy difícil saber con certeza cuándo y cómo te contagiaste.