¿Todos somos bisexuales?

El investigador Alfred C Kinsey, quien estudió la sexualidad del ser humano por más de diez años, resalta que la heterosexualidad por completo no existe y entra la pregunta sobre si todos llegamos a ser bisexuales.

Esto se determinó tras un informe que publicó Kinsey (1894-1956), donde analiza las conductas sexuales como las bisexuales y entre otras, de hombres y mujeres.

Tras publicar su informe, causó una gran polémica, sobre todo por la escala que implementó para medir la orientación sexual mediante una escala del 0 al 6 (donde 0 es exclusivamente heterosexual y 6 es homosexual).

Con el tiempo, esta escala se ha hecho más amplia, ya no solo consiste entre el blanco y el negro, sino ahora una amplia gama de grises.

¿Qué dicen tus ojos?

Sigmund Freud expuso en su obra “Tres ensayos para una teoría sexual” sobre su concepción de las personas bisexuales y abre el camino sobre la reflexión acerca de los procesos que se relacionan con ella, la relación de esta y la represión.

Entre estas, las identificaciones, las relaciones de objeto y su reflexión acerca de lo que entendemos por masculino y femenino.

Uno de los estudios realizado por investigadores de la Universidad de Cornell y la Universidad de Essex, trataron de ratificar esta teoría y hacer a un lado la idea de que la heterosexualidad absoluta no existe.

Para dicho estudio, los científicos reunieron un grupo de voluntarios compuesto por hombres y mujeres, a los que se les examinó la dilatación de la pupila como indicador de excitación sexual, ya que, es una reacción que no se puede controlar, mientras veían pornografía de ambos sexos.

Conclusión

Como conclusiones, observaron que aquellas mujeres que se identificaban como lesbianas, tenían una respuesta más fuerte al observar el sexo lésbico, sin embargo, las que se consideraban heterosexuales, también experimentaron cierta excitación.

Por otro lado, otras investigaciones han resaltado que la sexualidad de las mujeres es más fluida que la de los hombres.

Esto a raíz del sistema patriarcal que se ha vivido por décadas sobre las ideas tóxicas de la masculinidad y que los hombres debían aportar una imagen muy masculina.

Se examinó la dilatación de la pupila de los voluntarios, también como indicador de excitación sexual, quienes también vieron pornografía de ambos sexos.

Los hombres experimentaron mayor dilatación de la pupila cuando veían una imagen de masturbación independientemente del sexo y de cómo se identificaron en términos de orientación.

En el caso de Kinsey, tuvo una gran lucha como contrincantes a los defensores de las teorías monosexuales, quienes venían limitando la sexualidad humana al binomio homosexualidad/heterosexualidad.

Al hacer esto, no solo negaban el ser bisexuales, sino también todo el espectro gradual existente entre estas dos orientaciones en la que expuso en su famosa gráfica.

Según Kinsey, la orientación sexual se podía dividir, cuando menos, en estos siete grados, que tenían en cuenta la vida carnal de cada sujeto, sus gustos, sus preferencias y sus actitudes ante el sexo:

Entendiendo la escala

Las personas en «0» informan comportamiento o atracción exclusivamente heterosexuales / del sexo opuesto.

Aquellos en «6» informan exclusivamente comportamiento o atracción homosexual / del mismo sexo. Las calificaciones 1 a 5 son para aquellos que informan diferentes niveles de atracción o actividad sexual con cualquier sexo.

En los estudios originales del Informe Kinsey, la categoría X designaba al grupo que no reportó contactos o reacciones socio-sexuales en sus entrevistas.

Las entrevistas que fueron realizadas por el investigador, que vinieron siendo un total de 17,000 entrevistas realizadas tanto por Kinsey como por sus tres colaboradores entre 1938 y 1956, llegaron a una serie de conclusiones donde desmintieron mitos y creencias vigentes sobre la sexualidad.

Datos: 

-El 11,6% de los varones blancos entre 20 y 35 años manifiestan un rango de 3 para este periodo de sus vidas.

-El 7% de las mujeres solteras entre 20 y 35 años y el 4% de las casadas entre 20 y 30 años daban un rango de 3 para este período de sus vidas. Del 2 al 6% de las mujeres entre 20 y 35 años se colocaban en un grado de 5. Del 1 al 3% de las solteras entre 20 y 35 tenían un rango de 6.

-El 60% de los hombres y el 33% de las mujeres participaron al menos en una práctica homosexual manifiesta hasta los 16 años de edad.

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