la focalización sensorial se trata de una técnica sexual que está pensada para mejorar las relaciones íntimas de la pareja sin que se llegue a la penetración. Tan sólo se deben estimular partes del cuerpo para, así, descubrir que no solo en los genitales tenemos zonas erógenas sino que todo el cuerpo puede convertirse en una de ellas.
Es una técnica que, además, es ideal para personas con problemas de erección o de eyaculación precoz ya que no se realiza ninguna penetración jugando, únicamente, con el placer del tacto, de los besos, del oído, etcétera.
Se trata de una técnica que, en principio, está pensada para que descubramos las sensaciones que se pueden llegar a conseguir mediante el tacto y el estímulo de partes del cuerpo que no sean siempre las más erógenas (genitales, pecho, etcétera).
Con esta práctica se conseguirá redescubrir el cuerpo y todo su potencial erótico y, además, se apostará por un tipo de sexo más pausado, más tranquilo y más sensorial.
La focalización sensorial tiene una gran cantidad de beneficios y, sobre todo, está indicada para aquellas parejas que tienen problemas en la cama como, por ejemplo, disfrunción eréctil, eyaculación precoz o cualquier otro problema asociado con falta de confianza, autoestima o nerviosismo. Esta técnica relaja a los dos amantes y crea un clima de conexión e intimidad ideal para el encuentro.
Es por este motivo que es imprescindible llevar a cabo esta técnica cuando se pueda tener un momento de tranquilidad y no se tenga prisa por acabar. Las caricias son la herramienta básica de este método y, con ellas, se pretende despertar el erotismo del tacto y del momento; si tenemos prisa, no prestaremos la atención que necesitamos a este momento y nuestra cabeza se irá a otra parte.
Aunque resulte difícil, para conseguir una experiencia completa con la focalización sensorial es imprescindible que no se llegue a la penetración. Intenta que, únicamente, con las caricias y los besos llegues al orgasmo y, entonces, descubrirás otras maravillosas formas de placer.