El sexo implica el contacto de fluidos con otra persona por lo que se debe de procurar una higiene ideal antes, durante y después del acto.

Aunque la pasión puede llegar en cualquier momento o lugar, siempre se debe de ver mínimo por el lavado de manos, esto para evitar una candidiasis (infección genital causada por hongos).

Si se tiene más tiempo para asearse entonces checa las medidas de higiene que tu pareja agradecerá y el sexo volverá a repetirse.

«La limpieza de las manos, la boca y los dientes es vital, pues estos órganos suelen intervenir durante la relación sexual», cuenta Thamara Martínez Farinós, psicóloga y sexóloga del Instituto Espill, en Valencia, España.

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En el caso de los hombres, se debe de lavar el pene con agua tibia todos los días al bañarse, prestando especial atención a la zona bajo el prepucio para evitar que se acumule esmegma, un agente antibacteriano que actúa también como lubricante.

Las mujeres no necesitan ni duchas ni toallitas vaginales, la vagina está diseñada para mantenerse limpia con la ayuda de secreciones naturales.

Solo la parte externa, la vulva, puede lavarse con jabón, pero principalmente con agua.

Es primordial ir al baño después para el desecho de bacterias que podrían seguir por el contacto de fluidos.