Durante mucho tiempo, y aún hoy en día, se ha mantenido el falso mito de que los hombres tienen más ganas de tener sexo que las mujeres, pero ¡nada más lejos de la realidad! Lo cierto es que hombres y mujeres tienen las mismas necesidades y las mismas ganas de mantener relaciones sexuales, lo que ocurre es que sus ciclos funcionan de distinta manera.
1. Crea el ambiente idóneo para sorprender a tu pareja
El deseo es algo que puede provocarse de manera consciente, de manera que puedes buscar el momento idóneo para crear un ambiente favorable en el que tanto tú como tu pareja se sientan a gusto. Apaga el móvil, deshazte de todas las distracciones posibles y prepara una cena romántica con su receta favorita. ¿Quién puede resistirse a esto?
2. La importancia de la comunicación
La confianza es un elemento fundamental en toda relación. Tanto en las relaciones más duraderas, como en aquellas que estén comenzando, es importante que hablen con naturalidad de sus relaciones sexuales, lo que más les gusta y lo que menos. En ocasiones, el hecho de tener este tipo de conversaciones hará que poco a poco se vaya calentando de ambiente, hasta hacerse propicio para poner en práctica sus deseos.
3. Sorprende a tu pareja en los preliminares
El hecho de que muchas mujeres no sientan deseo al comenzar una relación sexual no significa que no quieran tenerlo, sino todo lo contrario. ¿Por qué no enfocar nuestros esfuerzos en que el deseo acabe apareciendo? Esto se puede conseguir alargando los preliminares, siendo cariñoso y retrasando el momento del coito hasta que tu pareja esté realmente excitada. Si se hace bien, el sexo puede acabar siendo de lo más apasionado, ya que cuanto mayor es la excitación que se alcanza, más placentero será el orgasmo.
¿Qué tal empezar por un masaje excitante? Utiliza velas aromáticas y geles especiales con sensación de frío o calor para aumentar la sensibilidad de las zonas erógenas y hacer que suba la temperatura.