Ya sea por falta de un hogar donde hacerlo tranquilamente, por una cuestión de pasión desenfrenada que no puede esperar o por puro morbo, practicar sexo en el coche es algo que casi todo el mundo ha hecho alguna vez. Y por eso mismo, casi todo el mundo sabe (o se imagina) lo incómodo que puede llegar a ser. Y, cuanto más pequeño, ¡Más se complica!
El molinillo de viento
No es tan complicado como parece. En primer lugar, en la parte trasera del coche, el hombre y la mujer se sientan uno junto al otro en el coche, girando su cuerpo para que puedan mirarse fijamente. Ella rodea con sus piernas el torso de él. Para no perder el equilibrio, apoya sus manos en el asiento, justo detrás de ella. Entonces él también abraza con sus piernas la cintura de la chica, sujeta sus piernas y se mueve suavemente hacia arriba y hacia abajo.
La pierna arriba
La mujer permanece tumbada boca arriba y pone una pierna en el hombro de su pareja. El hombre se queda de rodillas en el asiento frente a ella, mirándole a los ojos, sujetando con una mano una pierna y con la otra mano, la parte superior del muslo. Con sus manos libres, ella podrá estimularse los pechos o acariciar el pene de su pareja.
El triángulo tórrido
Si te gusta mucho la postura del misionero, esto es lo más parecido que podrás hacer en el coche. Ella se tumba boca arriba, mientras que él se coloca justo encima. Está tumbada sobre su espalda y el hombre se coloca encima. El truco en esta postura es que el hombre está prácticamente a cuatro patas. Así, la mujer levanta la pelvis para que él le pueda penetrar y se mueve hacia arriba y hacia abajo.