Las preferencias sexuales son un mundo, porque así de compleja suele ser la sexualidad. Cada persona experimenta diferentes ideas y como nada es negro o blanco, sino una gama de grises, surge la gris sexualidad.
Esta orientación va de la mano con la asexualidad y la demisexualidad, sus banderas son similares, porque todas se basan en el amor y el sexo, parece difícil de entender, pero puede que estés en alguna de ellas sin darte cuenta.
¿Qué es la gris sexualidad?
Su nombre proviene del punto medio entre la falta de libido y el desborde de este, es estar en una escala de grises en cuanto al placer carnal y emocional.
Se puede ser gris sexual y a la vez heterosexual, homosexual, bisexual, etcétera, porque esto es una preferencia y no una orientación sexual.
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¿Qué lo diferencia de la asexualidad?
El ser asexual es no buscar sexo ni ningún contacto físico con la pareja, se pueden enamorar, pero un acercamiento físico no es necesario. El gris sexual puede tener sexo, pero solo de vez en cuando, su libido no es ausente, pero tampoco «anda caliente» con frecuencia.
Si tiene pareja sentimental, los sentimientos se reflejan en un término medio, con muestras de afecto sencillas como simples caricias, besos o interés en la vida del otro.
No influye el físico o el sexo para la decisión de su pareja, sino más su intelecto. Los encuentros sexuales quedan en segundo plano, pero no se eliminan del todo.