No existe la receta universal para que todos quedemos satisfechos en la cama, pero sí hay ciertas fórmulas que no fallan. Encuentra la clave del éxito para disfrutar de relaciones sexuales realmente satisfactorias entre estos secretos, y empieza a disfrutar de un sexo brutalmente bueno.
El buen sexo se practica relajado
Como se suele decir, las prisas no son buenas consejeras. No es que haya que batir un récord de tiempo o de posiciones en la cama, pero tampoco tenemos meternos en faena con el tiempo medido y disfrutar plenamente cada minuto de sexo.
A mayor relax, mayor posibilidad de alcanzar un placer total. La mayoría de nosotros trata de moverse y de cambiar de postura, no porque le duela, sino porque siente demasiado placer.
Lo importante es disfrutar de cada momento sin tapujos sin pensar si hay que acabar o alargar el encuentro. Dejándonos llevar y destensando músculos.
El buen sexo es frecuente
La gente suele decir que no importa cuántas veces se hace el amor, pero sí lo es, en especial para los hombres. Sin embargo, en el caso de las mujeres depende más del estado de ánimo por lo que recomendamos que la excitación comience antes que el deseo (de ahí la importancia de anticipación sexual mencionada anteriormente).
En general, se entiende el sexo en pareja como un acto que requiere cierta emocionalidad y predisposición sentimental. Tener relaciones sexuales, incluso cuando no estamos de humor, conduce a una mayor vinculación emocional con nuestra pareja una vez hayamos terminado.
Lo conveniente es que se practique. La frecuencia del contacto sexual hará que ambos se sientan conectados y que se reduzca el estrés de la relación.
El buen sexo es personal
Hay que mirarse a los ojos y el mayor placer se siente cuando ambas personas llegan al clímax a la vez. O no. Hay que desmitificar las creencias sexuales. Habrá quien prefiera cerrar los ojos, hacerlo con la luz encendida, rodearse de espejos o que le aplasten la cara con una almohada. Cada persona es un mundo.
El buen sexo tiene lugar en tu mente y en tu cuerpo. Tu pareja tratará de darte placer, pero es tu experiencia privada la que determinará si has disfrutado o no un buen momento de sexo.
Esto no quiere decir que debamos ir cada uno a su rollo, escondiendo nuestros deseos más íntimos a nuestra pareja. Al contrario. Diferimos entre el concepto de secreto o privacidad: el primero es aquello que mantenemos al margen de nuestra pareja mientras que la privacidad “es un lugar íntimo en el que se cultiva y desarrolla nuestra propia sexualidad y erotismo” y debemos ir desvelándoselo para que nuestra pareja pueda alentar esa parte íntima y personal añadiendo emoción y jugosidad a los encuentros sexuales.