Pese a lo que ves o escuchas en la cultura pop, el sexo anal realmente no es un acto sexual que sucede de la nada, especialmente sin lubricante o preparación previa. Aunque a veces pueden equivocarse de orificio, es prácticamente imposible que puedan disfrutarlo sin lubricante.
Si están dispuestos a hablarlo y preparase, el sexo anal es una posibilidad muy placentera, y es posible que se vuelva una de tus prácticas favoritas.
Por supuesto, requiere mucha preparación, pero fuera de eso, es como cualquier otro acto sexual; requiere comunicación, paciencia, esfuerzo y, por supuesto, mucha confianza.
Si no has probado invadir ese orificio, tienes que empezar
No puedes penetrar ese orificio desde cero y hasta el cien, primero hay que entrenarlo. Pasar de no tener nada ahí, a repentinamente meterle un pene puede ser incómodo, sino es que doloroso. Para faciliar esta entrada, te recomiendo comprarte butt plugs de diferentes tamaños y entrenar tus músculos anales.
Prepara tu espacio
Los rumores son ciertos: El sexo anal puede ser un poco sucio. Como cualquier otro acto sexual, intercambiar fluidos corporales (condones, lubricantes, genitales), puede ser desastroso. Si quieres relajarte más, asegúrate de que la superficie sea cómoda y pueda limpiarse. De esta forma podrás disfrutarlo un poco más.
Evita cremas anestésicas
La idea de usar una crema anestésica que te proteja del dolor potencial suena interesante, pero el riesgo de lastimarte más no vale la pena. Sé que son tentadoras, pero el dolor es una forma de decirte que algo no está bien. Y si el ano está entumecido, no te darás cuenta si te está lastimando lo suficiente como para causar un daño importante.