En un acto que ha conmocionado a la comunidad religiosa de Nueva York, un taxista llevó a cabo un perturbador acto de vandalismo al decapitar a golpes la estatua de Jesús frente a la iglesia de la Sagrada Familia Romana Católica en Flushing. El incidente, captado en video, está siendo investigado como un crimen de odio por la Policía de Nueva York.

Según informes del New York Post, el ataque tuvo lugar el domingo a las 5:30 horas locales, cuando el conductor de un taxi todoterreno se estacionó frente a la iglesia y se dirigió de manera directa hacia la escultura sagrada. Sin motivo aparente, el individuo se descalzó y comenzó a golpear de forma violenta las estatuas de María, José y Jesús.

Reacciones y consternación en la comunidad de Nueva York

El padre Sean Suckiel, pastor de la iglesia, expresó su consternación ante el vandalismo, destacando que la estatua de Jesús, que ha estado en el lugar por más de 40 años, tiene un significado especial para la comunidad de fe. Alguien derribó intencionalmente la cabeza de la estatua al suelo, causando daños estimados en 20.000 dólares.

Los feligreses que presenciaron el acto quedaron horrorizados e impactados por lo ocurrido, según declaraciones de la Diócesis de Brooklyn. La estatua dañada es parte de un conjunto que simboliza la Sagrada Familia, un pilar importante para la comunidad local. A pesar de los destrozos, las estatuas de María y José resultaron indemnes, lo que sugiere que el ataque estuvo dirigido específicamente hacia la figura de Jesús.

El NYPD ha notificado a la División de Crímenes de Odio y continúa trabajando en la investigación para identificar y capturar al responsable. Este acto vandálico se suma a una serie de incidentes similares que han tenido lugar en diferentes lugares, lo que pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la protección y el respeto hacia todas las religiones.

El padre Suckiel hizo un llamado a la comunidad a orar por un aumento de la tolerancia religiosa en la ciudad. Hasta el momento no se han realizado arrestos en relación con el caso, pero el NYPD sigue revisando las imágenes de vigilancia y solicitando la colaboración del público para esclarecer lo sucedido. Mientras tanto, la comunidad religiosa de Nueva York se encuentra consternada por el escalofriante acto de violencia perpetrado frente a su lugar de culto.

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