En México y globalmente, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte, con la hipertensión como factor de riesgo predominante. Consumir niveles elevados de sodio y cantidades insuficientes de potasio puede provocar problemas como la presión arterial alta, una preocupación significativa entre la población adulta mexicana, según revela un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Investigadores del INSP llevaron a cabo un análisis utilizando muestras de orina de aproximadamente 3 mil adultos mexicanos de 20 a 59 años que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, con nuevos datos destacando el alto consumo de sal en el país. El estudio buscaba estimar la excreción promedio de sodio y potasio, así como su relación con trastornos cardiovasculares.

Publicado en «Frontiers in Nutrition», el estudio titulado «Excreción de sodio y potasio y su asociación con trastornos cardiovasculares en adultos mexicanos» encontró que el promedio de excreción diaria de sodio fue de 3,354 mg, mientras que el de potasio fue de 1,440 mg. Los hallazgos indicaron una excreción de sodio más alta en adultos con presión arterial elevada en comparación con aquellos con presión arterial normal, y una excreción de potasio significativamente mayor en adultos con hipertensión.

Además, el estudio subrayó que más del 90% de los adultos mexicanos exceden las recomendaciones internacionales de consumo de sodio y no alcanzan las recomendaciones de potasio. Esto refuerza la necesidad de acciones específicas a nivel de políticas públicas para reducir el consumo de sodio y mitigar los riesgos asociados con enfermedades cardiovasculares en la población mexicana.

La Alianza por la Salud Alimentaria destacó que ajustarse a las directrices de la OMS sobre el consumo diario de sodio podría prevenir decenas de miles de muertes anuales por enfermedades cardiovasculares en México. Además, señalaron que los productos procesados y ultraprocesados son la principal fuente de sodio en la dieta mexicana, subrayando la importancia de abordar la sal «oculta» en estos productos para mejorar la salud pública.

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