Historias de amor increíble existen miles de hace años, pero lo que se ha dado a conocer en los últimos días ha generado muchas repercusiones en redes sociales por lo sacrificado de este caso en particular.

Se trata de Jordan Hauenschild, quien viajó 14 mil kilómetros y dejó todo lo que tenía en Oceanía: su trabajo, familia y amigos para forjar una relación con Pitiruk, un joven indígena ecuatoriano de 24 años que vive en la amazonía ecuatoriana.

Del mundo virtual a la realidad

Pero antes de conocerse en persona, la pareja mantuvo contacto mediante las redes sociales durante cuatro meses, la mujer optó por llevar adelante su travesía, lo cual fue compartido a través de TikTok, registro que ya han acumulado millones de visitas.

En ese mismo sentido, la enamorada confesó que descubrió el perfil de Pitiruk mientras se encontraba en Instagram y deseosa de conocer más sobre su cultura y estilo de vida, decidió dar el primer paso y enviarle un mensaje.

«No podía creer que alguien de ese exótico pedazo de tierra me respondiera. Para una chica que vive una vida occidental en la costa de Queensland, hablar con alguien del Amazonas que vive en una cabaña fue simplemente surrealista», contó la australiana en una entrevista para un medio ecuatoriano.

Ya en marzo, Jordan Hauenschild tenía una decisión tomada. Fue en ese mes que renunció a su trabajo y organizó un viaje al sur del continente con paradas en Perú, Argentina, Brasil y Ecuador. En total, gastó 30 horas de viaje y cuatro vuelos.

Una vez en Ecuador, se trasladó por cinco horas en bus para llegar hasta Guayusa Runa, la comunidad de Pitiruk, en Puyo. Y una vez que se pudieron reunir, cuenta que la intensidad del sentimiento se mantuvo. «De manera inesperada para ambos, surgió una conexión innegable», dijo.

Joven tuvo que regresar a su país

En todo caso, la mujer tuvo que regresar a Australia, pero ya está planeando cómo volver a Ecuador. «Cada momento fue mágico y nuestro objetivo es volver a estar juntos lo antes posible», dijo en la entrevista con el medio local».

La buena noticia es que por la popularidad de la historia hasta una agencia de viajes se ha ofrecido a financiar el próximo periplo de la mujer a Ecuador. Eso sí, aún necesita cubrir otros gastos como transporte y alojamiento, por lo que ha lanzado una campaña para reunir fondos.