En noviembre, Jazmín Garza, una joven de 20 años, vivió una experiencia cercana a la muerte después de beber una bebida energética antes de hacer ejercicio en Iowa. Decidió tomar un tercio de una lata de Ghost, una bebida energética que contiene 200 miligramos de cafeína, lo que equivale a más del doble de una taza de café. Después de comenzar su rutina de ejercicios, Jazmín comenzó a sentirse mareada y pronto colapsó, sufriendo un paro cardíaco.

Su novio, Isaac Ayala, que estaba presente, intentó encontrar su pulso sin éxito y comenzó a realizar maniobras de RCP mientras aguardaban la llegada de los paramédicos. Después de varios minutos, los servicios de emergencia lograron reanimarla utilizando un desfibrilador, pero la situación continuó empeorando rápidamente.

Una vez en el hospital, los médicos confirmaron que Jazmín había sufrido múltiples paros cardíacos. Uno de ellos detuvo su corazón durante cinco minutos, lo que causó daño severo a órganos vitales, incluidos los riñones, pulmones y el corazón. Para mantenerla con vida, los médicos utilizaron tres formas de soporte vital: una máquina ECMO, diálisis para los riñones y un dispositivo para regular sus niveles de oxígeno.

Aunque los médicos no lograron determinar la causa exacta del paro cardíaco, Jazmín mencionó que había tenido palpitaciones anteriormente, pero no las había considerado graves. Además, no tenía antecedentes familiares de problemas cardíacos ni ningún diagnóstico relacionado. Jazmín también explicó que no solía consumir bebidas energéticas, pero ese día eligió probar Ghost para mejorar su rendimiento en el gimnasio.

Las bebidas energéticas y sus riesgos

El incidente reavivó el debate sobre los riesgos de las bebidas energéticas, especialmente en personas jóvenes o con condiciones cardíacas no diagnosticadas. Estas bebidas, aunque diseñadas para mejorar el rendimiento físico y mental, pueden causar alteraciones en el ritmo cardíaco y otros problemas de salud, como ansiedad, depresión y trastornos del sueño.

Después de dos semanas en el hospital, Jazmín se recuperó completamente, y los médicos la consideraron un milagro, ya que estuvo al borde de la muerte. Reflexionó sobre lo ocurrido y expresó su gratitud por recibir una segunda oportunidad. Ahora tiene una nueva perspectiva sobre la vida y aconseja a otros estar atentos a los síntomas inusuales y buscar atención médica cuando sea necesario.

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