En el mes de diciembre, lleno de festividades como la Navidad y la Nochebuena, también encontramos el Día de los Santos Inocentes. Aunque no tan destacado en los calendarios, esta celebración tiene un origen cristiano-católico que se ha adaptado a través de los años, convirtiéndose en un día de bromas y diversión.

El Día de los Santos Inocentes se celebra cada 28 de diciembre en varias partes del mundo, incluyendo México, de acuerdo con la tradición cristiana. En este día se conmemora la matanza de los niños menores de dos años por orden del Rey Herodes I El Grande, quien temía perder su trono al escuchar sobre la profecía del nacimiento de un niño en Belén que sería el rey de los judíos.

Según el Evangelio de Mateo, la obsesión de Herodes por acabar con la vida de Jesús llevó a la cruel matanza de los inocentes. Sin embargo, a lo largo del tiempo, esta tragedia se ha mezclado con la costumbre de hacer bromas en este día.

Santos Inocentes es algo más que bromas

Una de las teorías sobre el origen de las bromas en el Día de los Santos Inocentes señala que es una referencia al ingenio de los padres de Belén para proteger a sus hijos de los soldados de Herodes. Otra versión indica que las bromas se incorporaron para dar un toque de alegría a un día que tiene un origen tan triste.

Además, hay una versión que se remonta a la Francia Medieval y su calendario juliano, donde el Año Nuevo se celebraba hasta el 1 de abril. Aquellos que no aceptaban el cambio al calendario gregoriano eran llamados «inocentes» y objeto de burlas, dando origen a la tradición de gastar bromas en este día.

Es común escuchar la frase «inocente palomita que te dejaste engañar» como parte de las bromas realizadas en este día, aunque también existen bromas sencillas y cómicas que son populares entre amigos y familiares.

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