La disputa por herencias suele ser un tema delicado que puede desatar problemas y divisiones en las familias, especialmente cuando las voluntades no quedan claras o los herederos no están conformes. En el caso de Frederick Ward, un abuelito millonario de 91 años residente en el barrio de Ealing en Londres, esta situación se volvió todo un conflicto.

El exsoldado, fallecido en 2020, decidió cambiar su testamento en el último momento. Dejó la mayor parte de su fortuna a sus hijos Terry Ward y Susan Wiltshire. Mientras tanto, a las hijas de su fallecido hijo Fred Jr., les dejó apenas 50 euros, lo que equivale a unos 900 pesos. La razón detrás de esta decisión radicaba en el sentimiento de decepción y dolor que el abuelo había experimentado al ver la falta de atención de sus nietas durante sus momentos más difíciles.

Las nietas del exsoldado, Carol Gowing, Angela St. Marseille, Amanda Higginbotham, Christine Ward y Janet Pett, se sintieron en desacuerdo con la distribución de la herencia. Decidieron emprender una demanda legal para reclamar lo que consideraban su parte legítima. Sin embargo, al llegar al Tribunal Superior de Londres, recibieron una lección inesperada.

El juez encargado, Master James Brightwell, dictó que la decisión de Frederick Ward había sido completamente razonable. Tomó en cuenta el contacto limitado que las nietas mantenían con su abuelo y el sentimiento de decepción que este les profesaba. A pesar de la comprensión del magistrado hacia la frustración de los demandantes por sentirse excluidos, se concluyó que las acciones del abuelo estaban justificadas.

Te puede interesar: Ricardo Salinas Pliego ofrece moto a agresor de marcha feminista y desata indignación