Aunque el origen del maracuyá aún no está claro, esta fruta cítrica se destaca por su versatilidad en la cocina. Se puede utilizar en una amplia gama de preparaciones, desde platos principales y bebidas hasta postres y helados.

El maracuyá es notable por su contenido en vitamina A y C, además de minerales como potasio, magnesio, cobre, fósforo e hierro. También aporta antioxidantes, flavonoides y fibra, según Pan American Life Insurance Group.

Consumir esta fruta puede ser beneficioso para prevenir y controlar la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión. También ayuda a combatir la flacidez, el estreñimiento prematuro y facilita la pérdida de peso, según Tua Saúde.

En adición a estos beneficios, el maracuyá puede ser útil para combatir el insomnio. Tanto las flores, las hojas como la pulpa de esta fruta tienen propiedades sedantes leves que ayudan a lograr un sueño más tranquilo y relajado.

Esto se debe a la presencia de triptófano en el maracuyá, un aminoácido que participa en la producción de melatonina y serotonina, fundamentales para regular el sueño, según La Vanguardia. Además, sus flavonoides, como el kaempferol y la quercetina, ayudan a reducir la ansiedad y el estrés al calmar el sistema nervioso, según Tua Saúde.

Para aprovechar estos beneficios, puedes preparar un té de maracuyá. Hierve 150 mililitros de agua y viértelos sobre hojas secas o frescas de maracuyá trituradas en una taza. Cubre con un plato y deja reposar durante 10 minutos. Luego, cuela las hojas y bebe el té. Si el sabor no es de tu agrado, puedes endulzarlo con miel.