Fueron puestos bajo investigación y retirados de su cargo los policías blancos acusados de matar a un hombre negro en Minneapolis, Minnesota.

El rumor sobre el caso de que fue pleno racismo y uso desmedido de la fuerza cobró más que sentido cuando se hizo público el video de la detención de George Floyd, el hombre negro que hoy ya no vive por el abuso de los dos policías blancos.

Justin Bieber en contra del racismo

Los hechos relatan una situación de lo más normal, se llamó a los oficiales porque el sospechoso, hoy occiso, se encontraba en su vehículo y se presumía que o padecía algún problema de salud o estaba bajo el efecto de alguna droga.

Los policías, hoy vinculados a homicidio, acudieron al lugar y le indicaron que bajara del vehículo, el hombre negro se resistió y los oficiales locales le bajaron a la fuerza y lo sometieron en el piso con uso desmedido de fuerza.

El hombre suplicaba porque no podía respirar, suplicó docenas de veces y el oficial blanco no quitó en ningún momento su rodilla del cuello del hombre que falleció.

Las personas que presenciaron la detención argumentan que el hombre una vez en el suelo no hizo ningún esfuerzo por levantarse, solo repetía que no podía respirar.

Ya de por sí la imagen de un hombre blanco pisando a un negro es indignante y de inmediato las autoridades de Minneapolis pusieron cartas en el asunto y separaron de sus labores a los oficiales y abrieron la investigación por la responsabilidad que les resulte.

Ahora estos policías blancos acusados de racistas, asesinos y además desempleados enfrentaran la justicia de Estados Unidos de América.

Independientemente de lo que el juicio arroje la única verdad es que el racismo solo deja dividendos negativos y hoy un hombre negro llamado George Floyd ya no puede regresar con su familia ni disfrutar una cubeta más de pollo frito, su vida fue arrebatada por dos policías blancos.