Rong-Cheng, China.- El pequeño recién nacido Zhuang, así le pusieron los trabajadores del zoológico donde nació el elefantito, está desconsolado, llora sin parar al ser rechazado y atacado por su propia madre, ya que no se quería separar de ella y ella casi lo mata.

Algo que cualquiera consideraría poco común en estas criaturas que suelen acompañar a sus crías hasta que pueden defenderse solas.

En principio, los cuidadores creyeron que se trataba de un error, así que curaron la lesión y lo volvieron a unir con la madre. Pero el peligro era inminente y el paquidermo volvió a atacar a su cría. Los cuidadores tuvieron que intervenir en una segunda ocasión para salvar al bebé.

Después de esto era evidente que la criatura no podía mantenerse en el mismo lugar, así que habría que separarlo de su madre. Aunque esta medida se hacía para proteger su integridad física, el daño emocional ya estaba causado.

Los cuidadores intentaron calmar a la criatura pero ninguno imaginó lo que vendría después de la separación, el elefante lloró durante más de 5 horas.

“Estaba muy molesto y estuvo llorando durante cinco horas antes de que pudiera consolarlo. No podía soportar separarse de su madre y era su madre quien estaba tratando de matarlo”, dijo uno de los trabajadores.

El desconsuelo y la tristeza embriagaron el corazón de este pequeño que con horas de recién nacido tuvo que experimentar un fuerte rechazo.

Las especialistas agregaron otro dato interesante sobre el comportamiento de las mamás elefantes: los elefantes dan a luz rodeadas de sus parientes y por lo general eligen a una especie de partera que la ayuda después a criar al bebé, pero este privilegio es sólo para los elefantes salvajes.

“Vivir en cautiverio fuera de los grupos familiares tradicionales puede interferir con los instintos protectores de los animales hacia sus crías”, explicaron.

Esto fue lo que ocurrió con  Zhuang Zhuang y la cosa empeora cuando se trata del primer parto

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