Los gestos de solidaridad, desinteresados y honestos son siempre dignos de aplaudir pero esta enfermera exageró, pues le dio un momento lleno de felicidad y recuerdos, cargado de emociones y de gran importancia para un ancianito, tierno y sensible.

La historia detrás del video es que el viejito dormía abrazado a la foto de su difunta esposa y sufría mucho de tanto extrañarla pues ese es el amor de verdad, cuando no se tiene a la otra persona en físico pero el alma continúa existiendo en tus recuerdos y el sentimiento presente de amor hacia ella.

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La enfermera decidió robarle la fotografía para escanearla e imprimirla en una almohada, de esa manera el hermoso viejo podrá dormir cómodamente recordando su imagen, venerada entre recuerdos por él.

Sin duda esto nos recuerda la naturaleza más pura del ser humano y cómo algunos profesionales van más allá de sus obligaciones y sobrepasan la línea entre ser bueno y ser maravilloso con un esfuerzo extra que significará mucho más de lo que nos podemos imaginar para el amable anciano.