Un hombre jubilado de 71 años finalmente tuvo suerte en la lotería después de comprar boletos durante una década. Para celebrar su victoria, decidió utilizar su premio para pagar el seguro de su automóvil. Sin embargo, esta elección lo llevó a enfrentar dificultades económicas, ya que se vio obligado a depender de bancos de alimentos para cubrir sus necesidades básicas.

Cuando Pete Daly recibió la noticia de que había ganado la lotería, optó por usar todo su dinero en efectivo para abonar el seguro de su coche, pensando que recuperaría esos fondos con el premio. En su mente, esto le permitiría reponer el dinero una vez recibiera el pago del premio.

Daly obtuvo 582.20 libras en Euromillones después de más de 10 años de intentarlo, pero aún no ha recibido el dinero. Esta suma, ganada en julio, ha sido difícil de reclamar debido a problemas con la administración del premio, lo que ha causado frustración y estrés en la vida diaria del ganador.

Mientras espera, Pete ha tenido que vivir al límite financiero, usando bancos de alimentos para poder alimentarse. La situación se ha vuelto crítica, ya que ha pasado todo el mes dependiendo de estas ayudas debido a la falta de acceso a sus fondos ganados.

En sus llamadas a la Lotería Nacional, Pete ha recibido respuestas contradictorias, lo que ha aumentado su descontento. Ha estado pagando la lotería durante 30 años, invirtiendo 10 libras semanales y acumulando un total significativo, solo para enfrentar problemas con el cobro de su premio de 500 libras.

Un portavoz de la lotería ha solicitado paciencia a Pete, explicando que están gestionando numerosos reclamos y que la política interna limita el pago de premios menores. La situación pone de relieve no solo los desafíos de la administración de premios, sino también las dificultades personales que enfrenta el jubilado mientras espera la resolución de su caso.

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