Tras una persecución por exceso de velocidad, policías de Washington, en Estados Unidos, se encontraron con algo muy inusual, se trataba de un perro al volante mientras que su dueño iba de copiloto.

Una llamada a la estación de policía fue quien alertó a los oficiales sobre un conductor que chocó a dos vehículos en la zona sur de Seattle.

Dichos servicios de emergencia pudieron constar que el auto viajaba a más de 160 kilómetros por hora, al detener el automóvil, los oficiales vieron que el conductor era un perro pitbull y que el copiloto era quien estaba dirigiendo el vehículo y acelerando desde su asiento.

Sin embargo, al verse en problemas, el automóvil salió huyendo a toda velocidad por lo que ahí inicio la persecución, los policías desplegaron clavos sobre la calle y fue la única forma de detener dicho suceso.

‘’He sido policía durante casi 10 años y he recibido muchas escusas cuando he arrestado o detenido gente, pero nunca había escuchado como excusa que el perro estaba conduciendo’’ mencionó uno de los oficiales.

El hombre fue arrestado puesto que se encontraba bajo el efecto de las drogas y ,además al intentar que su perro condujera, puso en riesgo la vida de muchas personas.

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