Felipe Antonio González, un estudiante de Educación en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, ha creado una Escuela Móvil para impartir clases a niños de bajos recursos, utilizando el arte como herramienta de aprendizaje.

Su objetivo principal es ayudar a los niños vulnerables a superar los traumas asociados con la violencia, la desigualdad y la falta de oportunidades. Felipe se traslada en una camioneta adaptada cada martes a áreas donde detecta que muchos niños trabajan en los cruceros.

Ha recibido apoyo de familiares, amigos y donaciones de materiales didácticos y libros para realizar talleres de pintura, plastilina y dibujo, así como funciones de cuentacuentos. Además de la educación, Felipe proporciona alimentos y un lugar para que los niños se aseen, y distribuye ropa donada entre ellos.

La idea de la Escuela Móvil surgió cuando Felipe comenzó a estudiar Educación y se inspiró en teóricos de la educación como Pablo Freire y Montessori.

La pandemia y la pérdida de su trabajo debido a ella lo llevaron a trabajar como conductor de DiDi, donde pudo investigar y detectar la falta de oportunidades educativas para muchos niños de bajos recursos.

Participó en un concurso estatal llamado La Feria Estatal de Proyectos, donde presentó sus hallazgos y ubicó a más de 400 niños que no asistían regularmente a la escuela debido a la falta de oportunidades.

Ganó el primer lugar a nivel estatal y el tercer lugar a nivel nacional, lo que le permitió lanzar la Escuela Móvil utilizando una camioneta adaptada y el apoyo de la comunidad.

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