Ruby Reynolds, quien tenía 11 años en ese momento y ahora tiene 15, estaba explorando la playa en Somerset con su padre cuando encontraron una porción de un hueso fósil llamado surangular.

El surangular resultó pertenecer a un ictiosaurio, un reptil marino gigante que vivió hace aproximadamente 202 millones de años.

Los científicos han nombrado a esta criatura Ichthyotitan severnensis y estiman que medía entre 22 y 26 metros de largo, convirtiéndola en uno de los reptiles marinos más grandes conocidos, rivalizando con las ballenas barbadas actuales.

Durante el Periodo Triásico, cuando los dinosaurios dominaban la tierra, los ictiosaurios dominaban los océanos.

Estos reptiles marinos, que evolucionaron de antepasados terrestres, prosperaron durante unos 160 millones de años antes de extinguirse hace unos 90 millones de años.

Se alimentaban de peces, calamares y otros reptiles marinos, y daban a luz crías vivas.

El descubrimiento de Ruby ha atraído la atención internacional y ha sido comparada con Mary Anning, una destacada cazadora de fósiles del siglo XIX.

Ruby encontró una segunda pieza del surangular, más grande que la primera, y junto con su padre y el paleontólogo Dean Lomax, se desenterraron otras secciones del hueso, ampliando nuestro conocimiento sobre estos fascinantes reptiles marinos.