En 2016, una emotiva historia protagonizada por Eric Schmitt-Matzen, un hombre de 68 años que interpreta a Santa Claus, conmovió al mundo. Eric compartió uno de los momentos más difíciles de su vida: cumplir el último deseo de un niño de cinco años con cáncer terminal que soñaba con conocer a Santa.

Recientemente, esta anécdota resurgió en redes sociales, evocando lágrimas y reflexiones. En su relato, Eric recordó cómo el niño le preguntó con inocencia y resignación qué debía hacer para llegar al cielo cuando muriera. Una pregunta que, incluso años después, sigue tocando los corazones de quienes la escuchan.

Eric narró que recibió una llamada urgente del hospital poco antes de Navidad, pidiéndole acudir para alegrar los últimos momentos de un pequeño gravemente enfermo. A pesar de su amplia experiencia como Santa Claus, Eric sintió desde su llegada al hospital que esta situación era única. La fragilidad y serenidad del niño lo impactaron profundamente.

Al ver a Santa entrar, el semblante del pequeño cambió, iluminándose con alegría. Pero pronto llegó la pregunta que dejó a Eric sin palabras: «¿Cómo sabré a dónde voy cuando llegue el momento?» Fiel a su papel, Eric le respondió con ternura: «Diles que eres el duende número uno de Santa Claus y te dejarán entrar de inmediato.»

Esa respuesta calmó al niño, quien abrazó a Santa con fuerza, disfrutando lo que parecía ser el mejor día de su vida. Momentos después, el niño falleció en los brazos de Eric, dejando una huella imborrable en su corazón.

Para Eric, esta experiencia definió el verdadero significado de encarnar a Santa Claus: llevar paz, esperanza y alegría a quienes más lo necesitan, incluso en los momentos más oscuros.