En un curioso y tierno episodio ocurrido en Mount Pleasant, Carolina del Sur, un niño de 4 años puso en alerta al 911 luego de realizar una llamada inesperada. Pero en lugar de reportar una emergencia, el pequeño quería «denunciar» a su mamá por haberse comido su helado, e incluso solicitó que la arrestaran por ello.

La insólita llamada de un niño al 911 sorprendió a la policía

A través de redes sociales se compartió un video donde se observó el momento en que oficiales del Departamento de Policía de Mount Pleasant llegaron a la vivienda del menor. A su llegada, descubrieron que la supuesta «emergencia» era, en realidad, una situación bastante singular: el niño se sentía indignado porque su madre se había comido su helado y consideraba que esto merecía una acción policial, por eso decidió hablar al 911.

«Mi mamá se está portando mal. Se comió mi helado y tiene que ir a la cárcel, por ello», dijo el niño en la llamada al 911, convencido de que la justicia debía intervenir en su «amargo» problema.

Un toque de humor y una lección importante

Lejos de molestarse por la situación, las oficiales que acudieron al domicilio tomaron el hecho con humor y ternura. No obstante, aprovecharon la oportunidad para enseñarle al niño las reglas sobre el uso adecuado del 911.

«Esta es probablemente una de las mejores llamadas que tendremos en toda nuestra carrera. Le informamos sobre las normas para llamar a la policía», explicó la agente Rachel Gardinier, quien destacó la importancia de que los niños aprendan desde pequeños en qué situaciones deben comunicarse con los servicios de emergencia.

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Un final dulce: la policía regresa con una sorpresa

Después de aclarar el malentendido, el pequeño decidió no presentar «cargos» contra su mamá, pidiéndole a las agentes que no la arrestaran. Sin embargo, la historia no terminó ahí.

Al día siguiente, las oficiales volvieron a la casa del menor con una sorpresa: un helado especial para él. Con este gesto, quisieron convertir el curioso incidente en un momento de enseñanza y confianza con la comunidad infantil.

«El solo hecho de poder alegrarle el día nos alegra el día a nosotros», expresó la oficial Francesca Ostergaard, quien resaltó la importancia de generar lazos positivos entre la policía y los más pequeños.

Un llamado a la conciencia sobre el uso del 911

Aunque esta historia tuvo un final feliz, las autoridades recalcan que el 911 es una herramienta fundamental para situaciones de emergencia y su uso indebido puede retrasar la atención a personas que realmente lo necesitan.

Sin embargo, esta peculiar llamada quedará en la memoria de las oficiales como una de las más divertidas y adorables de su carrera. Y para el niño, sin duda, fue una gran lección… y con final dulce incluido.