Airbnb frecuentemente se ve implicado en controversias debido a la falta de regulación y claridad en sus políticas, lo que puede permitir a los huéspedes actuar de manera poco ética o irresponsable durante su estancia.

Un propietario de Airbnb en Estados Unidos compartió en TikTok su sorpresa al descubrir que sus huéspedes habían consumido 56 mil litros de agua en una semana de alquiler.

Inicialmente, el propietario sospechaba que los huéspedes habían reservado el alojamiento para actividades cercanas o visitas familiares, ya que vivían en la misma área.

Sin embargo, más tarde, se dio cuenta de que los huéspedes habían elegido su Airbnb por las lavadoras y secadoras «enormes» disponibles.

Tras investigar el nombre de la reserva, descubrió que eran propietarios de una lavandería que estaba cerrada, lo que le llevó a sospechar que estaban utilizando su propiedad como una lavandería improvisada.

A pesar de que la factura del agua resultó costosa y las máquinas sufrieron desgaste, los huéspedes cubrieron el alquiler y la factura del agua, superando los 300 dólares.

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