¿Por qué se ayuna en Viernes Santo?
La Semana Santa es una celebración religiosa importante para los católicos y cristianos, en la que se llevan a cabo diversos rituales y tradiciones, como el ayuno de Viernes Santo.
Según las normas de la Iglesia Católica, se ayuna en fechas religiosas para ofrendar, agradecer, sacrificar y purificar el espíritu, tal y como lo hizo Jesús en varios momentos de su vida.
Esta práctica se realiza en Miércoles de Ceniza, Viernes de Cuaresma, Domingo de Ramos y Viernes Santo, aunque muchos lo extienden hasta el «ayuno pascual», la noche del sábado de gloria.
La Iglesia considera el ayuno del Viernes Santo como una oración de penitencia que consiste en realizar solo una comida al día o dos comidas menores que en conjunto no equivalgan a una comida promedio diaria.
Este precepto se aplica a todos los miembros y fieles de la Iglesia Católica a partir de los 14 años y hasta los 59.
Cabe destacar que el consumo de agua y leche está permitido, ya que quedan fuera de lo estipulado como ayuno.
El ayuno cuaresmal ha existido desde los tiempos de la Iglesia Primitiva y se le conocía como statio, que significa «estar vigilante».
En la actualidad, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos declara que la obligación de ayunar y abstenerse de comer carne sigue siendo obligatoria en Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, según lo indicado por la Santa Sede.
La Iglesia ve el ayuno como una forma de ofrecer una oración de penitencia para purificar el espíritu y recordar la pasión y muerte de Jesús.