Michigán, EU.-No todo en los certámenes de belleza es glamour, también existen ciertas problemáticas que como todo involucran al mundo de las redes sociales, gobierno y al parecer la inexistente libertad de expresión para las chicas concursantes., así esta siendo el mal sabor de boca de una reina de belleza de Michigán en estados Unidos.

Recientemente se dio a conocer que Kathy Zhu, la representante de Michigan en el certamen de belleza estadounidense «Miss World América», fue despojada de su título por unos tuits polémicos que escribió y por negarse, según ella,a usar un hiyab durante un evento.

Días después de haber sido nombrada Miss Michigan el pasado 14 de julio, la modelo de 20 años, abierta partidaria del presidente Donald Trump, anunció que recibió una notificación de los organizadores del concurso indicando que no la reconocían más como participante debido a que unas publicaciones suyas en las redes habían violado las reglas de dicho certamen.

Zhu escribió en un tuit, acompañado por una captura de pantalla del correo electrónico que recibió, que las autoridades de «Miss World America» la acusaron de ser «racista, islamófoba e insensible».

«Me quitaron el título de Miss Michigan por mi negativa a probarme un hiyab en el 2018, por un tuit sobre la violencia armada de los negros contra los negros y por tuits estadísticos ‘insensibles'», aseguró.

De hecho, en el correo electrónico la directora estatal de Miss World América Michigan, Laurie DeJack, informó que los responsables del certamen se habían enterado de que las cuentas de Zhu en las redes sociales mostraban «contenido ofensivo, insensible e inapropiado».

Por lo tanto, los organizadores le han pedido que devuelva su corona y banda, además de borrar de sus redes sociales cualquier foto que la vincule con el concurso.

Luego de que su mensaje se hiciera viral, generando más de 17 mil 300 retuits y más de 29 mil 300 ‘me gusta’, la modelo publicó un vídeo en el que agradeció a sus seguidores por los mensajes de apoyo que había recibido y criticó que la organización «discriminaba» y tachaba de «racistas» a la gente con opiniones que diferían de las suyas.